Al año siguiente, tras realizar la pretemporada en Mar del Plata y algunos días antes de iniciar la competencia en la Libertadores, el club transfirió a su capitán y figura Néstor Ortigoza a San Lorenzo. Finalmente, en la siguiente temporada se consumó la pérdida de la categoría, luego de 41 años ininterrumpidos en Primera, y algo más de diez años después del ciclo más exitoso en la historia del club.